"Si no podemos vivir juntos, moriremos solos"
Jack Shephard (Lost)

miércoles, 22 de diciembre de 2010

SI LOS PARTIDOS SÓLO DURASEN 15 MINUTOS...

Con un rival con un nombre como el de Real Betis es normal que un equipo de barrio, bajo en ego, en prepotencia y en chulería, pierda. Está claro que el Parásitos no es una entidad con suficiente potencial para enfrentarse a la panda de idiotas que el domingo vestía de blanco.

Es una pena porque, a pesar de empezar el partido sin cambios y con Pablo de portero, el orden logrado con el sistema 3-2-1 había conseguido que el Real Betis no tuviera demasiadas ocasiones de gol. Sin embargo, como siempre, en el minuto 10 la escuadra rival rompía la tela de araña del Parásitos y a partir de ahí llegaba el clásico aluvión.

La segunda parte empezó con un 6-0 y con cambio de portero. Javi que volvía de Venezuela se colocaba bajo los palos y Pablo recuperaba la posición en el medio. Alex y Toni cuajaron una segunda parte buena, pero esto no sirvió para que los verdes no se llevaran otra goleada, esta vez un 11-0.

Por primera vez en la temporada, el Parásitos no marcaba ningún gol, sobre todo por la falta de actitud y de fuelle, pero también por la forma de pitar del árbitro que en todas las ocasiones dudosas favoreció al Betis. La falta de contundencia atrás, la mala suerte (tres goles de Hugo en propia) y la actitud del trencilla perjudicaron y abultaron el resultado.

La lástima es que los partidos no duren sólo 15 minutos, así el equipo aguantaría y tendría hasta posibilidades de ganar. Afortunadamente, ahora llega el parón: próximo partido 9 de enero a las 9 de la mañana contra uno de los equipos de la cola de la tabla.
El reportero del Parásitos os desea una Feliz y Verde Navidad.

jueves, 16 de diciembre de 2010

UN HOMBRE Y NUEVE PARÁSITOS

Jugar contra un equipo que mueve la pelota con la agilidad con lo que lo hace el ‘Bar Doncel’ siempre es complicado, pero si además sales derrotado diciendo “como vamos a perder, voy a jugar donde me dé la gana” pues el resultado es un 12-1 como el que se vio el pasado domingo en el Nike Football, en contra del Parásitos, por supuesto.

En los tres primeros minutos, el Parásitos ya perdía tres cero, pero la superioridad era mayor ya que el rival tocaba dentro del área ante la pasividad de la defensa verde. Para colmo de males, el que estaba otorgando algo más de contundencia en la zaga, Hugo, se retiró con la mano detrás del muslo diciendo que se “había roto”. El relevo fue Pablo que ocupó el medio, con lo que Ricardo volvía al centro de la retaguardia, el lugar donde mejor rinde.

Sin embargo, a pesar de que había mayor orden en el campo y que el ‘Bar Doncel’ aflojaba el ritmo, se llegó al descanso con un 6-0 en contra. Hubo conjura en el intermedio para que el partido no acabara con un resultado mucho más doloroso. En ese momento volvió César al campo, con lo que debutaba en la liga 2010-2011.

César no está muy en forma, pero le pone muchas ganas y eso se nota. Lo malo es que duró poco en el terreno de juego por la falta de físico y no volvería hasta que faltaran cinco minutos para que finalizara el partido, donde volvió a demostrar su calidad. Sin embargo, a pesar de jugar poco tiempo, fue la única nota positiva de un equipo que transforma a su imagen y semejanza a todos los jugadores que se incorporan al Parásitos. El único que sobrevive es César, pero sólo es un hombre.

lunes, 6 de diciembre de 2010

A PUNTA DE PISTOLA CON LOS SECUESTRADORES


Si parto de la base de que secuestrar significa retener a alguien contra su voluntad en un determinado sitio, la actitud de cerrar el espacio aéreo español de los 442 controladores aéreos -a los que AENA ha abierto un expediente disciplinario- es lo más parecido a un ‘macrosecuestro’ que se puede hacer dentro de un ‘desorden laboral’.

Es cierto que los controladores aéreos sufren una gran presión como consecuencia de la responsabilidad que conlleva ser los responsables de que en los aeropuertos todo funcione como un reloj. Pero no es menos cierto que el trabajo de controlador aéreo está suficientemente pagado -antes y después de la llegada de José Blanco al Ministerio de Fomento-. Y más aún si tenemos en cuenta que este colectivo se juega la vida de la gente que está en el aire, no la suya propia como sucede en el caso, por ejemplo, de los militares.

Por poner cifras al problema es necesario recordar que los controladores aéreos tenían obligación de trabajar 1.200 horas al año, lo que es similar a decir que estos funcionarios trabajaban 25 horas a la semana. Con esta cantidad de horas el sueldo medio de un controlador era de 200.000 euros al año.

Lo que ocurría es que; gracias al sectarismo de la Unión Sindical de Controladores Aéreos, que eran los que formaban a sus discípulos y decidían cuantos entraban en el gremio, no había suficientes controladores, por lo que los ya existentes tenían que hacer ‘horas extras’ que las cobraban más caras de los 170 euros por hora que se embolsaban por cada 60 minutos de trabajo ordinario.

Gracias a estas horas extras, el sueldo medio del controlador llegaba a los 300.000 euros anuales. El responsable de Fomento ha decidido que si los controladores pueden hacer horas extra también pueden trabajar de forma ordinaria, y ha decidido ampliar el cómputo de horas anual hasta las 1.600 (30 horas semanales, lo que implica un incremento de una hora más al día) por los 200.000 euros salario base.

Esta remuneración resulta escasa para esta pandilla de desarrapados y han decidido que en la actual situación económica donde todo es una balsa de aceite cobrar más de 30 millones de pesetas al año es poco y han decidido secuestrar a todo un país y dar la callada por respuesta hasta el que les viniera en gana.

El momento de hablar llegó cuando el Gobierno decretó el Estado de Alarma y los controladores tuvieron que volver a sus puestos de trabajo “a punta de pistola y acompañados del Ejército del Aire y la Guardia Civil”. Me resultó bastante asqueroso escuchar a una controladora gimotear en un micrófono de Radio Nacional esta descripción de lo ocurrido. Ahora sí querían hablar, ahora habían dejado de ser “hostiles y amenazadores” con la Prensa.

Casi tan asqueroso como que haya representantes de izquierdas que defiendan a estos aristócratas, que no saben lo que es pagar una hipoteca, porque son ‘trabajadores’ y tienen derecho a amotinarse y a secuestrar un país. Desde mi sillín defiendo que hay que liberar a los rehenes (siempre que no entrañe peligro físico) aunque haya que hacerlo a punto de pistola, dando alguna utilidad al ejército y desafiando a unos demagogos que poco o nada tienen que ver con la izquierda.

SIN BRILLO

Expectación, igualdad, morbo y posibilidad de alcanzar la primera victoria eran unos alicientes más que suficientes para que el Parásitos hubiera desarrollado un partido brillante. Y no estaba consiguiendo realizar un encuentro de calidad, pero si que estaba jugando un duelo serio en defensa. Además estuvo a punto de adelantarse dos veces en el marcador, pero el portero del Proyecto Hombre había respondido con sendas intervenciones soberbias.

Los minutos pasaban, 0-0 y la misma dinámica de partido, Ricardo sacaba la pelota desde atrás para que las jugadas murieran en los pies de Chavi, que disputó el lance muy motivado, o en las botas de Luis que se empeñaba en pegarse con la línea de cal, pero parecía que el final del enfrentamiento fraticida se iba a dirimir en unas tablas ramplonas propias del último y el penúltimo de la tabla.

A falta de 8 minutos, cuando todo el banquillo verde estaba exaltado porque ninguno de los seis jugadores de campo se había cambiado en los últimos 20 minutos, a pesar de que habían demostrado que estaban inoperantes, llegó el fallo decisivo: Ricardo recibe de Nacho, el zaguero le entrega el balón franco al delantero del equipo rival y éste bate por bajo, tras un rechace, al portero que hasta entonces no había tenido trabajo.

Después pasó lo que pasa siempre; si el Parásitos parecía desanimado con el 0-0, con el 1-0 se diluyó totalmente. Enseguida llegó el 2-0, éste sí con mucho mérito por parte del delantero del Proyecto Hombre. Con el 2-0 llegaron los cambios en los verdes. El partido totalmente cuesta arriba y con 4 minutos para buscar la remontada.

En un corner llegaría el 3-0. Remate en el balcón del área pequeña a la altura del primer palo y el balón entra ante la pasividad de la defensa y del portero del Parásitos que ya habían bajado los brazos. A falta de 25 segundos, Alex volvía a reivindicarse y marcaba el cuarto gol de la temporada cerrando el marcador en un 3-1.

La buena noticia fue el regreso de Pablo que, después de dos partidos sin jugar por un esguince en el pie izquierdo, reapareció durante algunos minutos aunque lo único que aportó fue casta. También hay que reseñar el partido de Tony, quizás los mejores minutos de todos los que ha disputado en toda la temporada. La motivación de Chavi, y el acierto de Alex de cara a gol son otros dos aspectos a detallar de un equipo que no tiene brillo.