"Si no podemos vivir juntos, moriremos solos"
Jack Shephard (Lost)

viernes, 26 de noviembre de 2010

LA ONU DEBE DESAPARECER


Los últimos acontecimientos internacionales, entre los que destaca el ataque de Corea del Norte a la isla surcoreana de Yeonpyeong, el asalto de Marruecos a un campamento de saharauis o el continuo hostigamiento de Israel a lo poco que queda de Palestina son un indicativo claro de que la Organización de Naciones Unidas, que nació con el propósito de evitar las guerras, ha declinado sus funciones.

La ONU parte con un problema de base: las decisiones las toman los países que ganaron la II Guerra Mundial. Para esta organización siempre ha importado más lo que dijeran China o Rusia, que lo que opinara Alemania, ya que estos dos Estados, que en absoluto son un garante de mantener la seguridad mundial, tienen derecho de veto porque son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, mientras que los teutones, como perdieron la guerra en el 45, no tienen prácticamente voz ni voto.

Esta organización en 65 años no ha solucionado nunca ningún conflicto y ha permitido tropelías continuas en lugares que parecían no estar en el mapa. Suramérica, África, Asia, el este de Europa, son buenos ejemplos de ello… se permitían el lujo de no intervenir porque los genocidios se sucedían en zonas alejadas de los ojos de la opinión pública.

Sin embargo, los ataques relatados en el primer párrafo han tenido lugar delante de los focos y han sido grabados por las cámaras de muchas televisiones de los países en los que se toman decisiones internacionales, como también sucedió con la invasión de Irak. Aún así, a pesar de que las violaciones de los derechos humanos se retransmitían en directo, la ONU no ha tenido la vergüenza suficiente para condenar algunas de las actuaciones reseñadas.

El antecedente de la antigua Sociedad de Naciones, que se creó al finalizar la Gran Guerra y que desapareció cuando se firmó el armisticio de la II Guerra Mundial porque había resultado inútil a la hora de cumplir su cometido de evitar enfrentamientos, debe ser tenido en cuenta para hacer desaparecer la actual ONU.

Es hora de crear una organización unida, comprometida y competente que no tenga inconveniente en intervenir cuando sea necesario. Y ahora lo es. Por lo menos si se quiere evitar una tercera guerra mundial, tras la cual sólo quedarían algunos millones de chinos.

jueves, 25 de noviembre de 2010

ADVERSIDADES


Adversidades. Es la palabra que podría resumir el partido que disputó el pasado domingo el Parásitos. A cinco minutos del inicio del partido, Pablo se debatía entre jugar de portero o de delantero palomero como consecuencia de no poder ocupar su lugar en el medio campo por culpa del esguince que hace que todavía sea duda de cara al derbi contra El Proyecto Hombre.

Sin embargo, la lesión del ‘21’ no era la única, ya que el portero Nacho arrastraba un golpe del anterior encuentro en el lugar donde la espalda pierde su bello nombre, Álex sufría un catarro y Quique y Luis llegaron justo cuando iba a comenzar el partido. Gracias a las dos últimas incorporaciones Pablo pudo ver otro partido como ‘entrenador’ sin tener que arriesgar un posible agravamiento de la lesión.

Los primeros minutos fueron como siempre, Nacho paraba más de lo que podía, pero a pesar de la buena actuación del arquero verde, el O’donnell City se adelantaba en el marcador poniendo tierra de por medio, ya que en el primer cuarto de hora el Parásitos perdía 3-0.

Sin nadie en el medio, porque el que jugaba en esa posición asumía la función de segundo punta, en vez de ser el primer defensa, los verdes naufragaban una vez más, pero en esta ocasión ante un equipo que no era ni mucho menos mejor que ellos. De esta forma se llegó al descanso.

En la segunda parte los pulgones achicaron espacio, y presionaron más arriba, a pesar de que el equipo estaba desfondado porque sólo tenían un cambio. La recompensa llegó con un robo de balón en la zona de tres cuartos que finalizó Chavi, enviando el balón cerca de la cepa del palo derecho.

Así se llegó al final del partido: 3-1 y con la vista puesta en el próximo domingo, un día en el que se enfrentarán las escasas fuerzas de dos equipos que luchan por no acabar en el último lugar. Antaño fueron amigos y compartieron peto, pero hoy son enemigos irreconciliables y eso, pese a las adversidades, a nadie se le olvida.

martes, 16 de noviembre de 2010

LAS LESIONES, LA LLUVIA Y EXTINTORES JUCAR APAGAN A LOS PARÁSITOS


Concentración en casa del ‘8’ del equipo. Tony acoge a dos parásitos más en la noche del sábado. Hugo y Pablo, que era duda por una dolencia en el tobillo, bromean sobre el nombre del equipo rival y sobre su posible vestimenta (roja y con un gorrito negro) que al final fue azul celeste.

Detrás de la chanza sobre la escuadra contraria se esconde el respeto de enfrentarse a un equipo que va cuarto y que ha ganado dos partidos de los tres que ha disputado. Todavía va a ser más complicado el encuentro si miramos los goles que ha encajado el equipo celeste. Sólo 3 en tres partidos.

Y allí llega el Parásitos, con el puesto de mediocentro desierto porque el tobillo del ‘21’ ha empeorado (al final es un esguince leve) y va a reservarse para jugar contra el O’Donnell City que es un equipo de su liga, que todavía no había conseguido ganar ningún partido.

Con chándal, pero con zapatos, y bajo una lluvia fina, el medio que es baja va ordenando a los jugadores a medida que saltan al campo en sustitución de los titulares. Ninguno pone la más mínima pega y se posicionan en el lugar indicado a pesar de que Jacobo, por ejemplo, jugó de defensa, medio izquierdo y mediocentro.

Sin embargo, pese a las ausencias (a la ya mencionada de Pablo, hay que añadirle la de César que todavía no ha disputado ningún partido, y la de Javi que está en Venezuela) el Parásitos perdió 8-3, por lo que en 50 minutos los verdes metieron los mismos goles que los que encajó Extintores Jucar en 150 minutos.

Por el contrario, los celestes metieron dos tercios de los goles que habían marcado en tres partidos. Todo ello, a pesar de que Hugo estuvo perfecto al corte, segando todas los balones que pasaban y se dejó la piel hasta el punto de irse con las rodillas desolladas. El mediocampo también estuvo bien sujeto y por allí pasaron Álex, Jacobo y Ricardo, demostrando que hay recambios.

El mejor momento del partido fue cuando Ricardo, que dedicó el gol al lesionado ‘21’, marcó de cabeza un gran centro de Jacobo, poniendo el 1-1 en el marcador. Tony pudo adelantar a los verdes, pero su remate con pierna izquierda fue repelido por un zaguero de los Extintores.

Después vino el gran hundimiento al que acostumbra el Parásitos y se puso con el marcador en contra 1-5, a pesar de las paradas de Nacho -que se lesionó en la segunda parte con el 2-6-. Quique maquilló el resultado con un gran disparo, justo antes del final de la primera parte.

En el inicio de la segunda mitad el equipo ‘green’ presionó más arriba, pero no encontró el camino y finalizó el partido con un 8-3, bastante honroso, a pesar de estar rodeados de agua y de Extintores, Jucar, claro.

viernes, 12 de noviembre de 2010

DOS JUGUETES ROTOS


Me encantan las cosas pequeñas, es algo que no puedo remediar. Creo que sería feliz si tuviese mucho espacio para distribuir pequeños detalles. Tanto es así que en los últimos tiempos compro chorradas para cuando viva en otra casa. Éste es el caso del juguete de hojalata que compré hace poco tiempo.

Pasaba por el kiosco que hay al lado de mi casa y vi, por dos euros, una réplica de un Bugatti de 1930 que produce la juguetera Payá. El coche de cuerda es la primera entrega de una larga colección de copias de coches, tiovivos, motos, barcos y aviones de antaño fabricados por la casa Payá que se van a ir vendiendo en los kioscos.

Lo cierto es que me hizo mucha ilusión, porque la réplica, a pesar de estar realizada en China, guarda una apariencia absoluta con un juguete de 1930. Estaba apoyado en un banco de la Plaza Diego de León, admirando mi adquisición, cuando apareció un indigente, que me espetó “no te voy a robar”. A lo que con mucho desparpajo, quizás porque eran las dos y media de la tarde, le contesté “eso ya lo sé”.

Al hombre, que debía medir unos 15 centímetros menos que yo y que en absoluto parecía amenazante, le debió sorprender mi respuesta y me replicó “tu eres de Madrid, ¿verdad?” “Sí, soy de este pueblo”, me había metido en el papel de ser del foro, y no tenía mucha intención de soltarlo.

Al mendigo le debió agradar que yo le siguiera la conversación, porque me puso la mano en el antebrazo. Tenía las uñas tan largas que traspasaban mi abrigo y mi camisa de tal forma que estuve todo el día con la sensación de tener sus dedos aferrados a mi muñeca. Le había dado carrete y por supuesto no lo iba desaprovechar: “soy de Cáceres...¿estás casado?¿no? pues no te cases...” “yo no me he casado, ¿sabes por qué?”.

La verdad es que no me importaba en exceso porque un mendigo que está con una bolsa con dvds desperdigados en una parada de autobús se ha casado o se ha dejado de casar, sin embargo, le pregunté por el motivo (como dice mi compañera de trabajo/amiga Inma, soy una ONG) y me contestó sin pensárselo dos veces: “soy gay”. No, no dijo ‘gei’, dijo g-a-y.

Sí, es normal que el hombre no tuviera un inglés de Oxford, pero se supone que un gay tiene que saber pronunciar bien su condición, sino es mejor que diga que es homosexual, o mariquita, que sé yo. En cambio, lo que más me sorprendía no era que fuera gay, homosexual o mariquita sino que el tipo, la verdad, no lo parecía. Así que se me escapó un “pues no lo pareces”. “Mírame”, me invito.

Primero le vi el bigote, casi fiero y bastante varonil que llevaba, pero después le vi el collar de cuentas gordas, el chaleco y la camisa de flores, que eran horteras, no ‘gais’, pero bueno para no desilusionarle en su propósito de parecer afeminado le dije que sí, que sí que parecía lo que quería aparentar, cogí mi Bugatti del año 30, le di la mano y me fui hacia casa.

Cuando llegué a mi hogar, destrocé el envoltorio de plásticos, saqué el Bugatti y probé que funcionara. Como es normal el mecanismo de cuerda estaba estropeado, pero no le di mucha importancia porque sólo quiero el Bugatti de adorno y porque me gustan las cosas pequeñas con las que poder crear historias, aunque a veces no las cuente. Después me acorde del ‘gai’ de Cáceres y me di cuenta de que en cinco minutos había tenido contacto con dos juguetes rotos.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

UN DOMINGO COMO OTRO CUALQUIERA


Para esta crónica del partido de los Parásitos podría hacer un ‘copia y pega’ del anterior relato y no sería incierto ni si quiera en una coma. Sin embargo, por la calidad de los lectores de este blog, haré un esfuerzo y realizaré un esbozo de porqué el Sporting Castilla endosó un 9-2 al equipo que luce ‘la verde’.

Lo cierto es que el partido no empezó bien ya que el Sporting, que vestía de rojo, marcó dos goles en los primeros diez minutos, desarrollando un fútbol bastante vistoso, que empezaba desde la presión en la primera línea con un marcaje férreo al zaguero del Parásitos Ricardo que debía de ser el encargado de hacer que el balón llegase al medio campo.

El Parásitos aguantó bien después del 2-0, tuvo alguna ocasión y Nacho, el portero verde, disputó unos buenos minutos desbaratando las numerosas oportunidades de ampliar el marcador que tuvo el Sporting por mediación de las botas del ‘10’ y del ‘8’ rojillos, que junto con el ‘14’ fueron los mejores del equipo rival.

Unos minutos después del 2-0, cuando parecía que los verdes habían pasado la ‘pájara’ realizaron varios cambios simultáneos que destruyeron el poco juego parasitario, a la vez que socavaron la solidez defensiva. El Sporting aprovechó este vacío para sentenciar el partido con un 5-0, al final de la primera parte.

Al inicio del segundo tiempo, la presión en campo rival ordenada por Luis, que disputaba su primer partido de la campaña 10-11, después de cuatro temporadas en el Parásitos, y que en la primera parte había pedido que esperásemos atrás, dio resultado y el partido se igualó ligeramente gracias a un gol de Chavi, después de un error clamoroso del portero rival que falló el pase y que le dejó sólo delante del arquero, y a un tanto de Ricardo que se incorporó al ataque con furia y con la derecha la ajustó fuera del alcance de Chano que es como se llamaba el portero contrario.

Después falló el que estaba manteniendo al Parásitos, a duras penas, dentro del encuentro, ya que Nacho erró en varias ocasiones y el partido se colocó en un 9-2 que dejó al Parásitos descompuesto y con un resultado quizás demasiado abultado.

Una de las buenas noticias del encuentro, a parte de la actuación completa de Ricardo, es que Hugo demostró que tiene carácter y, cuando jugó de defensa, se fajó en varias ocasiones yendo al corte con contundencia y haciendo evidente que los jugadores delgados también pueden ir al choque.

La vuelta al terreno de juego de Luis, que todavía tiene que mejorar, y la evolución en positivo de la rodilla del arquero del Parásitos fueron las otras buenas sensaciones de un partido en el que el ‘21’ volvió a dejarse la piel, pero en el que le faltó precisión en el pase.

sábado, 6 de noviembre de 2010

CON EL ‘7’, SIN DUDA, MI HERMANO FRAN


Hay quien tiene la desfachatez de decir que los griegos eran homosexuales. Y yo tengo la certeza de que las historias que describían los helenos no se referían a relatos de amor como tal entre dos hombres, sino a la camaradería que se alcanza entre dos amigos, que comparten todo (incluso el valor de la batalla) menos el sexo que lo reservaban para sus respectivas mujeres o amantes.

Para entender la unión con alguien hay que tener un amigo como Fran, un hombre al que le encanta el ‘7’, pero que es un 10 como persona. Las cualidades de Fran son innumerables: honesto, sincero, leal, franco y podría seguir hasta completar una buena lista de palabras que se ceñirían perfectamente a su personalidad y que por miedo a aburrir reservaré para otra ocasión.

Lo mejor que tiene este gran amigo, que se ha convertido en un hermano para mí, es que tiene una serie de valores difíciles de describir con palabras. Si de verdad existen los 10 mandamientos, estoy seguro de que Fran los cumple a rajatabla, a pesar de que no es un hombre que pertenezca a ninguna institución religiosa.

Una persona como él te ayuda muchísimo a mantenerte fiel a tu camino, por eso me alegro mucho de haberme encontrado con una mirada tan limpia en mi senda. Hoy hace 24 años que nació mi amigo Fran y aunque esté en Västeras (Suecia) estoy seguro de que, por supuesto, sabe lo mucho que le quiero. Casi tanto como lo que le echo de menos.

Por la lealtad de su comportamiento, Fran es uno de los pocos fijos en la alineación de mi vida, además se ha ganado el derecho de jugar con el número que quiera.

jueves, 4 de noviembre de 2010

LA ÚLTIMA CUESTA DE RAMONA


Ella camina de mi mano y yo no la suelto. Ya la conocéis, porque los que seguís este blog habéis oído hablar de Ramona a la que tuve el gusto de presentaros no hace mucho. Ramona está fastidiada, todo y nada tiene la culpa, ni mis 82 kilos, ni sus achaques de bicicleta vieja y quizás tampoco los baches de Madrid que han ido destrozando sus llantas hasta el punto de que las ruedas ya no giran a menos que desmontes los frenos.

Y eso es lo que he hecho, desmontar los frenos para que las ruedas giren relativamente libres para poder empujarla aunque tenga que ir sin montar sobre su sillín, pero al menos podemos pasear juntos, al compás de mis zancadas.

Sin embargo, cuando llegué a la cuesta de Diego de León, miré a la bicicleta y ella me devolvió la mirada con un gesto de complicidad, y me invitó a pensar “para subir una cuesta como ésta no necesitas frenos”. Así que apoye la mano izquierda en el manillar de cabra de azul que tantas veces he apretado entre mis dedos, cuando las pasaba canutas por Metropolitano. Después pase la pierna derecha por encima del cuadro amarillo y posé mis pies sobre los pedales.

Muevo la bici de izquierda a derecha y disfruto con los últimos metros que me regala Ramona, la bici que mientras escribo yace en el sótano de mi casa a la espera de una residencia para bicicletas mayores que han rodado con bravura y que ya no están para más trotes.

Ramona, gracias por la penúltima cuesta y por acercarme a tantos lugares.