"Si no podemos vivir juntos, moriremos solos"
Jack Shephard (Lost)

jueves, 7 de julio de 2011

RÉQUIEM POR EL 15-M


El campamento de Sol está lejos de disolverse, no hay mucha actividad pero sí puede haber cerca de una treintena de okupas que han tomado la plaza. Precisamente cinco policías municipales recriminaban no sé qué a unos cuantos ¿indignados? y me he acercado al grupo y les he tirado una foto para que los agentes sintieran que había testigos y que no iban a poder hacer lo que quisieran.

Uno de los municipales se me ha acercado, con buenos modales, y me ha pedido la documentación de prensa. Afortunadamente la llevaba, aunque tampoco estoy obligado a tenerla para hacer una fotografía. Supongo que el agente lo ignoraba o simplemente quería amedrentarme al considerarme un curioso más.

Después de desembarazarme de los municipales me he girado y he intentado enfocar con la cámara al grupo de okupas al que había ayudado con mi presencia. Éstos, con peores maneras, me han hecho entrever que no querían salir en la instantánea así que he apagado la cámara.

Estos antisistema desconocen que los periodistas, de los que ellos reniegan, somos garantes de la libertad y, como escuché un día a un sindicalista, el último obstáculo para que todo el monte sea orégano, ya que podemos impedir algunas injusticias ya que podemos denunciarlas.

Más allá de la vestimenta –éstos no son desarrapados porque quieran–, los supuestos indignados presentaban claros síntomas de haber bebido más de la cuenta por no hablar de las formas y de las pulgas –buenas y malas– que tenían. Mala imagen para un movimiento tan necesario como honesto.

Me da pena. Porque justo al lado de ellos, pasando más desapercibida, hay una caseta a favor de romper el bloqueo al que el ejercito israelí está sometiendo al pueblo palestino, donde he dejado un par de firmas en apoyo del Gernika un barco español que forma parte de la flotilla de la libertad y que quiere entregar ayuda humanitaria a los palestinos. Está claro que la gentuza busca refugio entre la gente con valores.

Sorprendentemente un grupo contra el aborto ha querido aprovecharse del tirón mediático que todavía tiene el 15-M y se ha apostado en la plaza. Eso sí, con un puesto cubierto muy limpio y bien montado que roza la prepotencia ante la endeblez de los pocos ‘barracones’ que se pueden ver en Sol.

Ayer necesitaba pasarme por el epicentro de las protestas porque compré el libro ¡Indignaos! de Séphane Hessel y quería ver que quedaba de la acampada. La curiosidad me acerca a un movimiento que sí no consigue sacudirse las malas pulgas –y los falsos pulgosos– y concretar los objetivos tiene los días contados.