"Si no podemos vivir juntos, moriremos solos"
Jack Shephard (Lost)

viernes, 4 de junio de 2010

A YOGURT DE FRESA


Desde que Victoria Beckham, ese personaje del mundo de la cultura que se vanagloriaba de que nunca había leído un libro, habló de que Madrid olía a ajo –por no decir a ‘fritanga’- me rondaba la cabeza la idea de la relación de los lugares y sus olores. De hecho, hace tiempo escribí un reportaje para una gaceta local que titulé “los olores de Cuba”.

Sin embargo, hoy me he dado cuenta de que lo que define un lugar –igual que una piel– son los sabores o mejor dicho el sabor, porque al final sólo queda uno. Esta idea me surgió cuando una amiga checa de mi hermano comentó, mientras lamía la tapa de un yogurt de fresa: “España me sabe a yogurt de fresa, aunque los yogures de fresa de España no saben a fresa”.

En ese momento pensé que quizás tenía razón. A mi, por ejemplo, Marruecos me sabe a la especie que le echan al tallín, igual que Ámsterdam me recuerda al sabor de unas galletas muy muy dulces que había en todos los supermercados y que empalagaban un montón. Sabores más rocambolescos puede ser el aroma de la lasaña del Lidl que me recuerda a la rutas que hacíamos Pablo y yo por las cunetas de Portugal o el de la botella de Burdeos que compramos por 3 euros en París, enfrente del Arco de Triunfo, y que es el mejor vino que he probado nunca.

Hay otros lugares de los que me cuesta sacar un sabor en concreto porque he pasado más tiempo en ellos, éste es el caso de Italia. Sin embargo, si recuerdo como sabía aquel plato por el que íbamos muy a menudo a un bufete de Torino, y que nosotros llamábamos ‘conejo’ aunque realmente no teníamos ni idea de que animal era la carne que engullíamos.

Podría seguir enumerando lugares y sabores, pero no tengo ninguna pretensión de describirlos todos, me limito a hacer una reflexión que se me ocurrió a raíz de un comentario de Jana y que quería compartirla con aquéllos que todavía os sacáis un hueco para pasaros por aquí. Por cierto, ¿a qué os sabe mi/vuestro blog?

3 comentarios:

  1. Vainilla con pepitas de chocolate y un ligero regustillo a ron ;)

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  2. A mi me sabe a danap de fresa y plátano. Fácil de digerir pero muy rico y saludable, jeje. Marruecos a parte de olores está sobrado de colores. No deja de sorprenderme Asilah y por supuesto Kashba (creo que se escribía así), un pueblo totalmente marrón cuya fotografía tengo de fondo de escritorio desde hace 5 años.

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  3. tu blog destila un sabor unico,con matices revindicativos y humor sano a partes iguales.
    un blog que merece la pena degustar,aunque se tenga poco tiempo,se debe intentar sacarlo...cosecha del 1986,gran reserva.un abrazo!! fdo EXTREMODURO

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