"Si no podemos vivir juntos, moriremos solos"
Jack Shephard (Lost)

martes, 3 de enero de 2012

LA MEJOR FORMA DE ACABAR EL AÑO


Cada año se convierte en un reto más duro. No sólo porque en los cinco años que he corrido la San Silvestre Vallecana he intentado rebajar la marca, también se endurece porque cada edición hay más gente (en ésta 36.000 personas) y porque mi hermano, a pesar de que cada año es un año más viejo, parece que cada 365 días rejuvenece.

Sigo disfrutando como el primer día y seguiré dejándome la piel cada 31 de diciembre hasta que el cuerpo aguante, ya que aunque me quede sin plaza correré sin dorsal. Pero también reconozco que en mi quinta San Silvestre ha sido en la que más me ha costado aguantar el ritmo de mi hermano en la última cuesta.

Antonio me decía, “sigue al chaval ese que lleva un buen ritmo” y yo, que iba que no veía, pensaba “de qué chaval me habla” y todo porque el capullo de mi hermano, que es bastante más ligero que yo e iba dando sus saltitos cuesta arriba, no me decía sigue al calvo.

Al final de la carrera llegamos de la mano con 43 minutos de marca en el puesto 2.082 y 2.086, con lo que volvíamos a batir el récord del año pasado en algo más de un minuto veinte. Correr con mi ‘hermigo’ es un placer, pero más cuando ves que está a tu lado a las duras y a las maduras.

El 31 de diciembre vi a mi hermano pararse entre el tumulto en el Paseo del Prado para que me atará la zapatilla derecha porque “había pinchado”, me di cuenta de cómo bajaba el ritmo entre el kilómetro ocho y el nueve porque mis 82 kilos lo pasaban mal subiendo la Avenida de la Albufera, pero sobre todo noté como apretaba los dientes en el último kilómetro para no perder comba cuando el terreno era plano y yo entregaba el último gramo de fuerza para bajar la marca del 2010.

Mi hermano un año más estuvo a la altura y yo haré lo posible para seguir su ritmo y para que mis hermanas, Marta y Lucía, no nos adelanten porque vienen pegando fuerte (este año han hecho 50 minutos). Así que, si Silvestre quiere, a los cuatro nos queda cuerda para rato. Qué bueno poder abrazarles antes y después de sudar una camiseta que este año era blanca.

4 comentarios:

  1. Yo también me dejo la piel cada 31 de diciembre, lo que pasa es con el paso del tiempo me estoy quedando en los huesos...Je,Je

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  2. Gracias hermano,no creo ser merecedor de tantos halagos,un abrazo fuerte,seguiremos corriendo juntos en la carrera de la vida.GALLAGHER

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  3. Vaya tela, si es que ser ciclista en madrid es un sufrimiento, la podían haber hecho en llano :)

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  4. Hola Marta y Rato Raro,

    Bienvenidos al blog. La verdad es que la carrera es dura, sobre todo porque voy sin bicicleta. Estaría bien que hicieran una San Silvestre en bici.

    Rato Raro: eres un afortunado, mientras la gente gana peso tu lo pierdes.

    Un abrazo a los dos y gracias por pasaros por este cajón de sastre.

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