"Si no podemos vivir juntos, moriremos solos"
Jack Shephard (Lost)

lunes, 28 de mayo de 2012

LA SOLEDAD DE UN DEPORTIVISTA EN MADRID


“Sí, he nacido en Madrid, pero soy del Depor…” Casi siempre que me preguntan que si soy de la Coruña, o al menos gallego, empiezo la explicación casi como una disculpa. Da igual si me lo pregunta un aficionado del depor al que no conozco o un amigo. Y eso que soy del Depor desde que tengo ocho años y se me cruzaron los cables.

Por ser sincero, ayer, me sentí bastante sólo. Feliz, porque mi equipo había vuelto a primera, gracias a que ganó 2-1 un partido que empezó perdiendo, pero indudablemente solo.

Por la noche, la capital de España parecía un sepulcro. Ni un coche tocaba el claxón, nadie dedicaba cánticos a los jugadores del Depor que sin duda lo merecen, después de lograr volver a la máxima categoría sólo un año después de haber bajado a segunda (momento en el que también me sentí solo y además triste). Pero es que al ser domingo por la noche, ni siquiera había coches o personas por la calle.

Tuve problemas incluso para encontrar compañía para ver el partido, tanto es así que al final lo seguí en un bar de gallegos con gente desconocida. Mis mejores amigos estaban liados estudiando; los que no, tenían otros planes mejores...

Una vez que supe que mis amigos de siempre no verían el partido, me dediqué a preguntar a los fanáticos del fútbol. Esta decisión me llevó a hablar con gente de la que hacía tiempo que no había sabido nada de ellos. Agua. Nadie podía acompañarme en el Depor-Huesca porque encima avise sólo con una hora de antelación.

Acabé en un bar gallego que hay en la calle Fundadores, al lado del trabajo, en el que me trataron como a un parroquiano más. La verdad es que no me extraña porque éramos muy pocos, y siguiendo lo que se dice seguir, sólo lo seguíamos Josefina (la dueña del bar, que además cumplía años) y yo, con mi camiseta negra de Valerón y una bufanda blanquiazul que a medida que pasaba el partido arrugaba más para quitarme el estrés.

Una vez que acabó el partido, y que ya estábamos en primera, me fui a la barra y le dí un abrazo a Josefina, que a pesar de ser de Pontevedra tenía el corazón partido entre el Depor y el Celta, pero para el bar había elegido los colores del equipo coruñés y cada vez que marcaba el Depor le pedía a su marido que tocase una campana que sonaba en todo el local. La verdad es que fue muy simpática y me invitó a la cerveza, Estrella Galicia, faltaría más.

Había prometido que si subíamos me iría a una fuente y me bañaría. Me cambié los pantalones por unos cortos del Depor, y la camiseta negra la cambié por la oficial blanquiazul. Cogí la bici y me fui a Cuatro Caminos, por si por casualidad hubiera algo de ambiente (en Coruña la gente festeja las victorias en una fuente que se llama Cuatro Caminos).

Yendo hacía allí me topé con dos chavales con la camiseta del Depor. Les grité animándoles a bañarse y aunque me respondieron, no entendí bien lo que dijeron, ya que yo iba con la bici y ellos caminando. Cuando llegué a Cuatro Caminos, obviamente, no había nadie. Me volví a una fuente que hay en República Argentina, la de Los Delfines, dejé la bici en el suelo y me metí en el agua helada que de primeras me subió por encima de las rodillas.

Cuando metí la cabeza debajo del monumento de hierro, el agua fría me sentó bien, me despejó y me recordó que la soledad es una estación pasajera y que en cualquier caso había que disfrutar, porque hacía tiempo que los jugadores blanquiazules no nos daban una alegría.

Salí de la fuente de Los Delfines chorreando, pero lleno de energía, así que me volví a casa cantando yo sólo canciones del Depor. Justo cuando llegaba a mi destino vi a un chico con una camiseta del Depor y le grité tres veces “¡¡¡¡Forza Depor!!!! Sólo cuando lo rebasé con la bicicleta me dijo ¡Ey!

A pesar de la soledad, anoche dormí muy bien, el Depor vuelve a primera y yo tengo grandes amigos que han visto conmigo algún partido de segunda (es un esfuerzo que no hace cualquiera por ti). Aunque el último lo haya visto sólo. Y, por Dios, que alguien que tenga un bar en Madrid y sea del Depor funde una peña… La más cercana está en San Sebastián de los Reyes.

2 comentarios:

  1. igual ahora has inventado una tradiccion y cuando el depor gane algo,la gente va a la fuente de los delfines...un abrazo y forza depor! GALLAGHER

    ResponderEliminar
  2. joder, a mi me pasa lo mismo... pero peor!!! xq soy de Madrid, vivo en Madrid, y soy del Compos, y aquí si que no hay ni un alma de la gloriosa SD. Yo lo que hago cuando el Compos va a ascender (bastantes veces los últimos años) es ir al campo donde jueguen, ya sea Santiago, Lugo, Huesca... y así no me siento solo.

    Por cierto, mi hermano es del Depor, periodista y también vive en Madrid, así que ya sabes a quién avisar la próxima vez...

    ResponderEliminar