"Si no podemos vivir juntos, moriremos solos"
Jack Shephard (Lost)

lunes, 2 de noviembre de 2009

DÍA DE LOS DIFUNTOS DE 2009. ‘EL CICLISTA’ EN EL CEMENTERIO


Hoy hace justo 173 años que Larra escribía un artículo de igual título que el mío, pero cambiando el año (1836) y el nombre ‘El ciclista’ por su pseudónimo (Fígaro). En él, Mariano (que no Rajoy) reflejaba la curiosa paradoja de que los hombres fueran a llevar flores al cementerio en memoria de sus muertos, cuando éstos estaban más vivos que aquellos que les llevaban flores. Larra afirmaba que todo Madrid era un cementerio e iba contando lo que ponía en las lápidas que sólo él veía.

A pesar de la cantidad de años que han pasado, hay cosas que no han sufrido cambios. Quizás, el cementerio se ha extendido a toda la geografía española como consecuencia de la descentralización (necesaria) de las administraciones. A ello hay que añadir que el cementerio de Madrid cada vez es más grande y que cada vez alberga más ánimas, que ni siquiera los avezados jugadores de ‘qui ja’ saben a donde van a reposar.

Emulando al mejor periodista español del siglo XIX, veo varias lápidas con sus respectivos epitafios. La que más me sorprende, en estos días de corrupción sin discreción, es la de los que se quejan de que entran al juzgado esposados. La vergüenza ha muerto. No les preocupa que les pillen robando pero si que les vean los medios de comunicación con las manos encadenadas. Una buena frase para la sepultura podía ser: “descanse en paz la vergüenza ya que los muertos no se sonrojan...”

La democracia también ha muerto. Miremos Afganistán. La cantidad de personas inocentes que han fallecido desde que los occidentales metimos las manos en el país asiático. Resultado: Karzai, que no es mucho mejor que lo que había antes de la llegada de Bush, gana las elecciones sin oponente.

Su único rival, Abdulá Abdulá, se retiró ayer antes de la segunda vuelta electoral porque no hay garantías de que no se produzca un pucherazo. Y nosotros, dignos demócratas, ¿qué decimos? ¡Hurra por Karzai! Unas segundas elecciones habrían traído más violencia. “Hemos matado por democracia, ¿y ahora va a ser la democracia la que nos mate a nosotros? Muerte a la democracia....”

Sigo paseando por mi cementerio particular, me encuentro una tumba en la que yace la lealtad, otra en la que pace el desinterés, cerca me encuentro el sepulto de la buena política (alguien talla en la lápida, “había demasiado dinero y la carne es débil...”). Más allá; detrás de unos cipreses con una pancarta que reza "los árboles estamos condenados a morir, viva el ladrillo", me encuentro el entierro de San José Obrero, los que le oyeron, dicen que antes de palmarla murmuró “no puedo con tanto parado y tanto inútil en los sindicatos”.

Hoy es 2 de noviembre, Día de los difuntos, pronto será el Día de San Valentín. Quizás hoy ame, puede que el 14 de febrero estire la pata. El calendario es muy caprichoso, el destino que no existe, también. Larra vive, yo con él.

2 comentarios:

  1. Para que no nos ocurra lo que a los personajes de Larra, que la muerte nos pille bailando!!!

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  2. hay muchas cosas que han muerto con el paso del tiempo..luchemos por recuperarlas.
    el respeto,el amor a la naturaleza que nos rodea,la honradez,cuantas cosas!!
    en serio,muy buen articulo,digno del gran periodista que sin duda eres.
    fdo "el novio cadaver"

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